Preparar las oposiciones de Magisterio es una de las decisiones más importantes en la vida de muchos docentes. Supone un reto personal, académico y emocional que exige organización, constancia y una gran capacidad de adaptación. Dentro de esta preparación, uno de los primeros dilemas a los que se enfrentan los opositores es: ¿cómo organizar el estudio del temario? ¿Conviene estudiar tema por tema, de manera individual y lineal, o es más efectivo agrupar los temas en bloques temáticos e interrelacionados?
La elección de uno u otro método puede parecer una cuestión menor al principio, pero a medio y largo plazo puede tener un gran impacto en el rendimiento, la retención de conocimientos y la capacidad de resolución en las distintas pruebas de la oposición. Además, lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, y lo que te sirve en una fase del estudio puede que no sea lo más adecuado en otra.
En esta entrada he pretendido analizar a fondo los pros y contras de cada método, con ejemplos prácticos, consejos estratégicos y modelos combinados para que puedas adaptar tu estudio a tus necesidades reales. Tanto si estás empezando desde cero como si ya llevas meses preparándote, esta guía te puede servir para planificarte mejor.
¿Qué implica estudiar por temas?
Estudiar por temas es probablemente la estrategia más común, sobre todo entre quienes se inician en el mundo de las oposiciones. Consiste en abordar el temario siguiendo su orden establecido —o un orden personalizado—, tratando cada tema como una unidad autónoma de estudio. Es un método lineal, predecible y aparentemente sencillo de seguir.
Ventajas del estudio por temas
- Organización simple y directa Puedes dividir tu planificación de manera clara: “Estudio tres temas por semana”, “cada tema lo estudio en dos días”, etc. Esto proporciona una sensación de estructura que puede reducir la ansiedad inicial.
- Sensación de avance constante Cada vez que completas un tema, experimentas una sensación de progreso tangible. Esto es especialmente valioso cuando necesitas motivación constante para mantener la rutina.
- Facilidad para repasar de forma selectiva Cuando llega el momento de repasar, puedes identificar fácilmente qué temas necesitas reforzar. Esto te permite distribuir tus repasos de forma más estratégica.
- Permite fragmentar el estudio Si no puedes dedicar largas sesiones al estudio, el enfoque por temas te permite dividir la carga en partes más pequeñas y manejables, perfectas para quienes compatibilizan el estudio con trabajo o familia.
- Compatible con sistemas de repasos espaciados Este método encaja muy bien con técnicas como el método Leitner o Anki, que funcionan mejor con unidades de conocimiento bien delimitadas como los temas.
Desventajas del estudio por temas
- Riesgo de ver el temario como una lista desconectada Al estudiar tema por tema, se corre el riesgo de no captar la interconexión entre conceptos. Puedes saber mucho de cada tema individualmente, pero tener dificultades para establecer relaciones entre ellos.
- Dificultad para afrontar pruebas globales o aplicadas Las pruebas prácticas y la exposición oral requieren una visión transversal del temario. Si solo memorizas temas de forma aislada, puedes tener problemas para responder de forma integrada y argumentada.
- Falsa sensación de dominio El hecho de terminar un tema no significa que lo comprendas en profundidad. A veces, el repaso superficial puede hacerte creer que lo dominas cuando en realidad solo has memorizado estructuras sin haber reflexionado sobre ellas.
- Puede volverse monótono Estudiar tema tras tema durante meses puede resultar mecánico y aburrido, especialmente si no introduces técnicas variadas que mantengan activa tu atención.
¿Qué significa estudiar por bloques?
Estudiar por bloques es una estrategia más compleja pero también más rica cognitivamente. Consiste en agrupar varios temas del temario según criterios comunes (por área, enfoque, competencias, nivel educativo, etc.) y estudiarlos de manera conjunta. Esta técnica permite trabajar el contenido con una visión más global, relacional y profunda.
Ejemplo de bloques temáticos en Magisterio
Bloque 1: Pedagogía
- Temas sobre etapas evolutivas, teorías del aprendizaje, necesidades educativas especiales, etc. (temas 6, 7, 12, y 15)
Bloque 2: Salud
- Temas relacionados con la salud de los niños en diferentes aspectos (temas 8, 9 y 10)
Bloque 3: Programación
- Los relacionados con la LOMLOE, currículo, funciones del docente, normativa.. (temas 11, 13 14, 16 y 17)
Bloque 4: Áreas
- Los relacionados con las distintas áreas de desarrollo (temas 19, 20, 21, 22, 23 y 24)
Esta clasificación es solo un ejemplo pero tú puedes organizarlos según tu propio criterio para que te resulte más sencillo el estudio de los mismos, para que tenga sentido para ti.
Ventajas del estudio por bloques
- Fomenta un aprendizaje significativo En lugar de memorizar datos aislados, comprendes los conceptos dentro de un marco global. Esto favorece la retención, la aplicación práctica y la capacidad de relacionar ideas.
- Visión transversal del temario Te prepara mejor para las pruebas orales, los supuestos prácticos y la redacción de temas complejos que requieren integrar múltiples contenidos.
- Favorece la creación de mapas mentales y esquemas complejos El estudio por bloques permite representar gráficamente las conexiones entre ideas, lo que ayuda enormemente a la memoria visual y a la organización del pensamiento.
- Mayor preparación para responder con flexibilidad El tribunal valorará tu capacidad de adaptarte a preguntas no convencionales. Este método te da herramientas para argumentar con solidez y creatividad.
- Ideal para segundas vueltas Una vez que ya conoces los temas individualmente, reagruparlos en bloques te ayuda a profundizar y a consolidar el conocimiento.
Desventajas del estudio por bloques
- Mayor dificultad inicial: requiere una planificación previa más elaborada. No basta con seguir el índice del temario: tienes que agrupar, esquematizar y reestructurar los contenidos.
- Ritmo de estudio más lento Puede dar la sensación de que “no avanzas”, porque no completas temas enteros con la misma frecuencia que en el método por temas.
- Exige sesiones de estudio más largas y concentradas El enfoque por bloques no es tan efectivo en sesiones cortas. Requiere más concentración y dedicación, por lo que puede no ser adecuado si solo dispones de una o dos horas diarias.
¿Y si combinamos ambos métodos?
Lo ideal, en la mayoría de los casos, es combinar ambos enfoques. Esta estrategia permite aprovechar lo mejor de cada método y compensar sus debilidades. A continuación, te propongo un modelo híbrido:
Modelo mixto de planificación: por fases
- Fase 1: Estudio inicial por temas Ideal para quienes comienzan desde cero. Objetivo: comprensión básica y memorización inicial.
- Fase 2: Consolidación por bloques Tras una primera vuelta temática. Objetivo: establecer conexiones, profundizar, mejorar la expresión escrita y la resolución de supuestos.
- Fase 3: Repasos combinados Alternar repasos por tema (para el detalle) y por bloque (para la estructura global). Uso de test, simulacros, mapas conceptuales y esquemas transversales.
Consejos prácticos para aplicar el método mixto
- Crea una tabla de planificación con tres columnas: “Tema individual”, “Bloque al que pertenece”, “Nivel de dominio”. Esto te permitirá ver tu evolución de manera integral.
- Usa colores o etiquetas visuales para diferenciar bloques en tu material de estudio.
- Elabora esquemas por bloques una vez que hayas estudiado varios temas, y utiliza estos esquemas como base para tus repasos.
- Si usas fichas, asócialas a bloques para que puedas trabajar la información tanto de forma segmentada como integrada.
- Incorpora la metacognición: reflexiona periódicamente sobre qué método te está funcionando mejor y ajusta tu planificación.
Conclusión: Tú eliges el camino, pero con estrategia
Lo realmente importante es que te conozcas, seas flexible y mantengas una estrategia de estudio coherente con tus objetivos, tu disponibilidad y tus circunstancias personales.
Estudiar por temas te proporciona orden y estructura; estudiar por bloques te da profundidad y conexión. Combinarlos inteligentemente puede ser la clave para una preparación sólida, eficaz y duradera.
Sea cual sea tu punto de partida, lo esencial es no quedarte paralizado por la indecisión. Elige un método, empieza y ajústalo en el camino. Si crees que debes cambiar algo, cámbialo para sentirme más cómodo de base y ve a por ello. Puede ser complicado al principio pero según vayas entendiendo los principales conceptos en el temario, verás como lo vas dominando y recuerdas «de dónde» venía cada cosa.
¿Cómo te organizas tú? ¿Prefieres estudiar por bloques o por temario?